Mi tiempo se ha convertido en dos mitades, el de la espera y el de la alegría, la alegría de poder leerte, de conocerte, de saber de ti y la espera, son las horas en las que miro ese momento en el que llegan tus palabras. Quizas no puedas entenderme, pero desde el mismo momento en el que llegaste a mi alma ya me diste una razón para mi existencia, desde el mismo instante en que tus palabras iniciaron mi vida en la locura, pusiste orden a mi corazón. Ya no se vivir sin ti, ya no encuentro mas que razones por las que acercarme a ti, me da igual que me separen cien milímetros o mil kilómetros mi alma ya esta junto a quien mas he nombrado en mis sueños durante estos últimos días.
Comentarios
Publicar un comentario