Las palabras nunca fueron mi fuerte pero aun asi no me rindo, quizas haya mas en mi alma cansada que no pueda mostrarte, quizas haya algo mas en mi vida que no deje que se demuestre todo aquello que siempre he querido. Se que te quiero pues no seguiría tus pasos si no lo creyera. En mi alma hay dos cadenas una que me ata al pasado y una que me sigue en el presente, la del pasado son todos los recuerdos que guardo de ti, el presente aquellas palabras que jamás he podido decirte. Puede que sea por no atreverme, por no echarle valor o porque nunca he tenido el momento preciso, pero sigo teniéndola en mi alma y corazón, en mi vida, en mi esperanza de que este sentimiento no solo sea una de mis locuras. En cada una de mis noches encontré mas de una respuesta a preguntas que jamás me había hecho, pero esto no hace que este mas tranquilo, pues ellas no responden a lo que quiero preguntarte desde el mismo día en que te conocí.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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