Son muchas las palabras que me he quedado por este camino, muchos los pensamientos que hacen que me sienta cautivo, muchos los versos que hacen que en mi alma haya un suspiro que no me deje en esta locura. Se que decir te quiero nunca fue suficiente, que en cada te quiero solo hay un suspiro de un hombre que ama a una mujer, pero en cada lagrima hay un sentimiento que ni las palabras se atreven a explicar. Te he echado tanto de menos que una mirada al pasado no va a conceder que siga sonriendo. En mi alma hay un latido que mis palabras no se atreven a explicar porque se pierden en cada suspiro que exala de mi boca haciendo que mis palabras sean el silencio de este amor que no me atrevo a confesar.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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