Fuego de mi alma incandescente, silencios en cada te quiero sueños que se desvanecen en la madrugada y lagrimas que empañan los recuerdos de un hombre que llora en el consuelo de su soledad a un amor perdido que no se atreve a nombrar. Jamas fui caballero, y mucho menos valiente pues en el camino deje los mas dulces versos que pude cantar a una dama que gobierne en mi corazon. Siempre mire al frente siguiendo timidamente tus pasos sin poder decirte que se detenga a ese rayo de esperanza que ahora se desvanece. He perdido como niño lo que no supe ganar como hombre, ahora lloro esas penas intentando que se borren esos momentos que me regalo la primavera, pues mi invierno ha llegado y mi alma se congela, mientras los versos salen de esta boca para que no los escuche mi princesa. Engañe a mis sentidos, deje que se fueran mis sueños, pues en mi alma solo hay un nombre que jamas ha salido de ella.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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