En algún momento de la vida me he dado cuenta de que mis lagrimas cuentan mas que mis palabras, que mi sonrisa borrada dice todo aquello que mis suspiros solo dejan salir a la luz. Tengo miedo a que en mis palabras se escape tu nombre, esa palabra que he prohibido pero que cada noche es la responsable de este imsomnio que prende mi alma. Te conviertes en ese sueño recurrente, en ese pensamiento que hace que merezca la pena, en esa vida que se esfumo entre mis dedos y de la que ahora solo quedan mil recuerdos. Eres esa palabra que trae mi sonrisa, ese nombre que se graba a fuego en los rincones de mi corazon, eres el motivo de mi existencia y por el que siempre he querido hacerme sonreir. Eres el todo y el nada, mi alma y mi vida.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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