Desde hace tiempo se que miro a las estrellas buscando un brillo como el que encontré en tus ojos, pero ninguna de las noches he sido capaz de encontrar algo que me hipnotice como lo hicieron ellos. Mis palabras siguen el silencio de un corazón cobarde que aun mira con temor a esa princesa de cuento de hadas que apareció una tarde para robarme la poca cordura que había en mi. Los latidos se llenaron de pequeños versos que a ritmo de vals bailaban en mi mente diciendo que en cientos de años encontraría a alguien como tu. Se que es difícil, por no decir imposible que me sorprenda, que me lleve las manos a la cabeza diciendo que sin ti la vida no tiene sentido, pero es cierto, porque tu te convertiste en alguien imposible de sustituir.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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