En el silencio de mi ama solo hay una palabra que calma mi llanto, tu nombre, ese que escribí tantas veces y que hoy borran las lagrimas de mi silencio. Mis palabras son el llanto de un hombre enamorado, de alguien que mira al cielo para ver si las dos estrellas que guiaban en las noches mas oscuras de si vida aun le acompañan. Las preguntas son tantas, porque tan lejos, porque te marchas, las respuestas el silencio con el que calmo mi alma y se destrozan los recuerdos entre vasos de alcohol estallados en mi cuerpo. Ebrio de un amor loco vago por las esquinas preguntándome cual fue mi error, cual fue el paso que no debí dar, cual el sueño que se desprende de esta vida. Pero nadie contesta, la imagen que se reflejaba en mis ojos ahora solo son lagrimas de recuerdos, sentimientos ahogados en el frió invierno de una primavera sin flores. El tiempo detenido solo me sigue cuando en el nombre de mi alma sigue poniendo una cara, aquella que me enamoro una tarde y desde entonces solo vivo por ella.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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