¿Alguna vez te has preguntado porque te amo, porque aunque estés lejos he dejado de hacerlo, porque estas en mis sueños siempre, aunque no quiera que estés presente? La verdad es que yo no conozco la respuesta, no pienso en las veces que he querido olvidarte, las lagrimas que han recorrido mis mejillas y mojado esos papeles en los que tantas veces dibuje un corazón con tu nombre. Pero no puedo, no puedo olvidar a quien de verdad ha dado mil razones para amarla, no puedo olvidar a quien tiene una sonrisa que cambia mi mundo, no puedo olvidar a quien es mi sueño cada noche desde hace mas de diez años. El camino es difícil, caigo, me levanto y miro al cielo con la esperanza que esos dos luceros que aun están en el cielo sea la mirada de la persona a la que tanto debo, a quien tanto he amado, a quien tanto he querido. Mi vida prende de un hilo, de un fino te quiero que se aclara en mi vida y que dan cien razones por las que amarte y soñarte hasta que mis recuerdos solo sean consecuencias de un montón de recuerdos ecos del ayer.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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