He muerto por el silencio de un corazón roto, por el silencio de unos versos que no han sabido convencer a su musa, por el silencio de un amor eterno que se queda en la cuna y embriaga a los sentidos de este pobre hombre que hoy llora desconsolado. Mirando al sol cada amanecer buscando lo único que me hace despertar, lo único que me alegra cada mañana, lo único que me enamoro desde que te conocí la primera vez. No se cuantas han sido las palabras que te he dedicado, las locura que haría por ti, los sentimientos que se acumulan dentro de un alma en pena que vive sufriendo por amor. Sere yo el culpable de no haber dicho lo que sentía, seré yo el que amaba el no confesar este sentimiento, seré yo quien al mirar al cielo lo primero que busque sean los dos luceros que tanto me han prometido. No seré mas que un alma atormentada, un loco enamorado que busca a una princesa, un amor eterno, que se escapa en el silencio de la noche y que vive en la mente de quien hoy grita su nombre.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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