Podía ser una mujer cualquiera, un sueño que se cumpliera, una locura que nos hiciera soñar despierto, un sentimiento del cual se pudiera prescindir, sin embargo aquí esta, la única mujer que te hace sonreír, la única mujer que cuando miras sus ojos todo se pasa, la única mujer que es capaz de hacerme soñar, vivir, pensar y amar. Es la rosa de este jardín, la primavera en este crudo invierno, el verso mas hermoso de este poema que espero que tenga inicio y jamas fin. Quizas no la merezca, quizás fue un regalo del destino, quizás es una locura que yo me enamorara de alguien tan especial como lo es ella. Te amo, princesa, lo haré siempre, incluso antes de conocerte, incluso en el momento en que solo te tenia en mis pensamientos, incluso cuando al mirar al cielo solo veía las dos estrellas que hoy iluminan mi vida.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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