Podía ser una mujer cualquiera, un sueño que se cumpliera, una locura que nos hiciera soñar despierto, un sentimiento del cual se pudiera prescindir, sin embargo aquí esta, la única mujer que te hace sonreír, la única mujer que cuando miras sus ojos todo se pasa, la única mujer que es capaz de hacerme soñar, vivir, pensar y amar. Es la rosa de este jardín, la primavera en este crudo invierno, el verso mas hermoso de este poema que espero que tenga inicio y jamas fin. Quizas no la merezca, quizás fue un regalo del destino, quizás es una locura que yo me enamorara de alguien tan especial como lo es ella. Te amo, princesa, lo haré siempre, incluso antes de conocerte, incluso en el momento en que solo te tenia en mis pensamientos, incluso cuando al mirar al cielo solo veía las dos estrellas que hoy iluminan mi vida.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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