Sentado a la sombra de los reccuerdos de una vida pasada, mientras las hojas de los versos caen al suelo y las lagrimas describen en la fria arena la imagen de una mujer que tantas sonrisas ha dejado. Las manos cansadas de un poeta que todo lo ha dado, que se ha bañado en los recuerdos de un amor tardia, de una mujer que con sus ojos alumbraba el futuro y con su pelo azabache dibujaba las sombras de una noche de pasion. Cada lagrima es un motivo, cada verso unas palabras que solo el tiempo ha sabido escuchar. Preguntandose que ha cambiado, sigo mirandome las manos destozadas por el trabajo, bajo el mismo arbol que aquella tarde,con los mismos ojos mirando a un presente que no me devuelve ahora la sonrisa. Donde han quedado aquellos minutos en los que una sonrisa era capaz de cambiar mi mundo, donde esta esa mirada que alumbro tanto tiempo mi vida y que hoy es el ocaso de la caida de mis versos. Me pregunto de que me sirve llorar los recuerdos, si la soledad es la unica compañia que tiene este viejo banco de recuerdos en los que solo puedo pensar en ti.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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