De pequeño me enseñaron que algunas veces los sueños se hacen realidad, y desde entonces sueño con todas mis fuerzas estar a tu lado, sentir por un momento que eres mi mujer. Porque no ha habido día que no estés en mis sueños, pensamientos, no hay momento del día en el que tu nombre no me saque una sonrisa, y eso merece la pena. Sueño con verte vestido de blanco, frente al altar, jurando amor eterno, diciendo hasta que la muerte nos separe. Ese es mi sueño, una vida junto a ti, compartir los buenos momentos, sobrellevar los malos momentos, que también los habrá.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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