Siguen los silencios, siguen los ecos en el viento, siguen esos recuerdos que me llevan a tiempos mejores en los que tu sonrisa era la luz de mi día, la respuesta a mis preguntas y la serenidad a mi locura. Siguen las palabras en esta mente, en esta locura que son mis sueños, en la que son mis desvelos, porque desde la lejanía sigues siendo la musa que guía mi vida, que escribe mis poemas, que canta mis canciones, eres esa persona que mueve mi mundo sin que se de cuenta. Se amontonan los te quiero y los besos que no te doy, los silencios incómodos de esos momentos en los que te besaría sin pensarlo, se amontonan esas palabras que hoy son los versos de un ayer que llego mañana, de los te amo que se escuchan nada mas que en el viento, de este pobre alma que llora por la princesa de sus sueños. Se encadenan las palabras como lo hace mi alma, como lo hizo aquella tarde en la que tu mirada encadeno a este pobre corazón que solo pronuncia tu nombre.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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