Todo comenzó un día como otro cualquiera, un día en el que despiertas tras una noche expendida, desayunas, te vistes, te peinas y sales a la calle y nada ha cambiado, todo sigue igual, la misma gente, las mismas calles incluso los mismos coches. Caminas hasta llegar a tu lugar, misma gente, pero entonces ves a alguien nuevo, a esa persona allí sentada, alguien que tu cara te suena, pero no recuerdas. Entonces ya ha cambiado, la saludas y comienzas a hablar cosas que quizás no vengan a cuento, intentas despedirte pero sigue saliendo conversación, da igual, no sabes de lo que estas hablando, pero no eres capaz de cortar. Cuando te despides sigues tu camino, ya nada vuelve a ser igual, ese color que había salido con esa persona vuelve al gris inicial, pero ahora te fijas en pequeños destalles, eso ha cambiado.
Llegas a tu casa, pensando en que todo sigue igual, entras y sin motivo aparente vuelve a tu cabeza esa conversación que no te dijo nada, pero que tu recuerdas. Ya puede haber sido un día de locos, tu solo recuerdas ese momento, en el que alguien te ha saludado y cambia todo. Te vas a dormir, ha sido un día largo y esa imagen no deja de repetirse en tus sueños, ya no sabrás como quitártela de la cabeza.
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