Cien palabras no componen el libre de una vida, tan solo dos valen para cambiar el rumbo de la mía y aun no las escuche de los labios de quien ahora me pide que cambie. Quizas mis ojos se volvieron ciegos, mis oidos sordos y mi boca guarda el silencio que ahora esta rondando a mi corazón para que la vida no se escape de un suspiro. Quizas no te merezca, puede que solo fuera una ilusión el conocerte y darme cuenta de que en cada silencio hay mil palabras de amor y un corazón que se rompe. He dejado que se muestre cada una de las cien vidas que he dejado escapar ante tus ojos y ahora me siento encadenado a una libertad que no se muestra. Puede que me confunda al caminar por otra senda, puede que tus pasos no me lleven a donde me dijiste que irias, puede que fuera feliz pero ahora solo soy un baño de lagrimas echando de menos algo que jamas he tenido.
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