He entrado mil veces en este sueño, he despertado de él con la misma fuerza que se necesita como para levantar el mundo, pero nunca ha sido suficiente. Me he mirado a ese espejo en el que no se ve nada reflejado, en el que me escondo de los mil demonios que me atormentan. He saltado cien veces este acantilado esperando ver tu figura al otro lado, pero cuando llego siempre es demasiado tarde. No hay camino que no pueda andar, ni sendero que se escape ante los pasos que no podemos dar. Te he amado siempre, con la esperanza de que en mis ojos he visto algo mas fuerte que la luz, algo mas elegante que cien papeles que llevan escrito tu nombre. La vida me ha enseñado que nada es sencillo, que con cada te quiero no me acerco mas a ti, que con cada lamento solo encuentro una vaga escusa para alejarme de aquello que mas he amado. Siento que no pueda ver de nuevo tus ojos, quizas ahora que se fueron mis miedo pueda mirarte mientras digo aquello que siento.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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