Que triste es mirarse al espejo y no encontrar la mirada en tus ojos, que triste es el amanecer sin saber que en el hay mas de una razón que te haga seguir, que triste es ver como tus lagrimas aun siguen dibujando ese sueño que anoche te robaba el desvelo. Aun mis palabras no están preparadas, mi alma se sigue escondiendo en la oscuridad buscando las razones por las que no estas a mi lado. Ciego de este amor que no encuentro, busco las palabras que se cierran en mi alma y que jamas ha pronunciado mi boca, quizas por miedo, quizas por cobardia. Pero este amor no apaga mi llama, es el oxigeno que me hace despertar, es la sombra de mi alma encadenada, es la locura que se hace realidad en mi vida.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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