No hay mayor silencio que aquellas palabras que te mueres por decir pero nunca has dicho, no hay mayor amor que aquel que cuando miras a sus ojos ves que nada puede ser sin esa persona. Cuando miras al cielo y cada una de las estrellas que componen este universo tiene una razon por la que volver a ver a esa persona, cuando ni el amanecer mas claro del mes de junio puede alumbrar tanto como lo hizo su mirada es cuando el amor vale la pena. Entonces cada una de las palabras que tanto has callado es hora de gritarlas, de decir a los cuatro vientos te quiero, de decirle al mundo como ella no habra nadie mas. Quizas te falte valor, quizas no encuentres las palabras idoneas, pero siempre hay un momento el que decir te quiero. Prefiero pedir mil veces perdon pero no arrepentirme de haberlo intentado, quizas falle, quizas ese sueño con el que tantas noches me he dormido junto a mi almohada no se cumpla, pero que sepas que al menos lo he intentado.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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