Si el amarte es un pecado me condenarían a la hoguera, porque cada día que he vivido siempre te he amado. No se si sera mi premio o mi castigo amar a alguien tan bello y a la vez tan lejano, no se si has sido mi sueño o la musa de cada lagrima que ha recogido mi almohada, lo único que se es que nunca he querido así. Quizas el amor me ha cegado o quizás estar enamorado me hace ver cosas que no vería de otra manera, pero cada vez que te miro mi alma siente un escalofrió, mi corazón se para y mis palabras se traban. Quizas sea miedo o quizás un sentimiento tan fuerte que no pueda explicar con palabras, ni tampoco con mi mirada.
Yo quiero que las cadenas de tu amor me amarren para siempre, que me condenen a mil años en tu cárcel, que la única luz que vean mis ojos sean los tuyos y que el único aire que respire sea el aliento de tus pulmones que es el aire que ha llegado a tu corazón. Estaré loco, lo se porque estando cuerdo no puedo enamorarme de un ángel, no puedo ver a quien ha sido la musa de mi vida, el silencio de mis lagrimas y el latir de un corazón rebelde que se mira en el espejo cada vez que dice tu nombre.
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