Suena el eco de tu voz, las letras de un poema épico que suena en mi mente. Se agregan los te quiero en esta hucha que almacena los sentimientos que no pude apagar. Lleno cada folio con tu nombre como algo inalcanzable que nunca termina. Las noches son un sueño eterno del que no quiero despertar vivo entre cada noche y el amanecer que nunca llega. La luna es mi confesora y la cual conoce mi alma y ese nombre prohibido que mis labios no se cansan en repetir. Los te quiero son el fruto de esta sonrisa que muestras de esas palabras de aliento que me das de esos buenos días que se hacen porque tu estas en ellos. Amarte es la bendición del cielo, algo que pagare con mi vida y con mis lágrimas si tu te marchas. Amarte es ser la locura de mi alma, ser esa persona de la que no me quiero olvidar de la que no quiero mas que su presencia y su bonita sonrisa. Y si no puedo hacerte sonreír mi vida no vale nada porque cada momento vivido es un sueño que un día se hizo realidad.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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