Querida amiga.
Hoy te escribo con la poca fuerza que me queda y con el tiempo vencido. Hoy no soy yo el que habla sino mi alma rendida, rendida ante unos ojos esclavo de cada momento vivido que me siento enamorado de ti. No te sorprenda tan solo has de ver mis ojos que tiemblan por cada una de tus letras. Jamas quise enamorarme de ti que eres una reina y yo un sucio esclavo que vive a tu sombra. No tengo castillos nada mas mi vida vivo de los caminos por los que ando y respiro. Mi cama es el raso y mi almohada una piedra en la que sueño despierto y pienso dormido. Se que soy poco o quizás ni te he merecido porque una preciosa reina se merece un castillo.
Ya no soy yo el que habla de un sueño vivido porque cierro los ojos y te siento conmigo. Doy gracias al cielo de cruzarte en mi camino y hacer que me sienta mejor que dormido. No se que pienses o que hagas conmigo pero sacaste mi sonrisa en este tiempo vivido. Decir que te quiero es algo bonito pero cerrar mis ojos y tenerte conmigo es lo que quiero es por lo que he nacido.
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