Silencios que se rompen en esta mañana fría en la que el hielo me acompaña durante toda mi vida. Soy poeta de pocos versos ya que lo mio es el silencio que solo rompen tus ojos para decirme te quiero. No hay mayor alegría que estar siempre a tu vera y por eso esta agonía en mi larga espera. Soy humilde caballero que te sigue en tus sueños te canta mientras duerme y te despierta con un te quiero. No encuentro las palabras para decir lo que siento por eso cayo mientras las palabras las grito al viento. Soy el caminante que en tu camino se perdió siguiendo tus pasos y jamas te encontró. Guiame estrellita hacia esos dos luceros para decirle a mi amada que de verdad la quiero. No hay mas palabras en esta mañana fría que me lleven a la locura y que me den envidia. No tengo dinero ni tampoco castillos de los que hacerte reina ni tampoco donde vivo. Tampoco soy marinero que te lleve por la mar diciendo este poema que acabo de terminar.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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