Para dedicar a una mujer especial

Pasan las horas, los días y los meses y no consigo olvidarte, sigues aquí en mi cabeza, dando vueltas sin parar, volviéndome loco. El aire me sigue oliendo a ti, ese aroma que es inconfundible, cada esquina la cruzo con la esperanza de volverte a ver, de volverte a tener frente a mis ojos, pero se desvanecen con cada paso que doy. Los días son mas cortos, las horas las divido en las que te pienso, en las que te echo de menos y en las que sueño contigo. Así un día tras otro, se destrizan los calendarios, caen las hojas y yo sigo recordándote. Pienso que los kilómetros te alejan de mi, que el estar lejos me ayudara, pero sin embargo esto solo sirve para darme cuenta que aun te quiero mas.  La soledad y la tristeza viajan de la mano de esta vida en la que el amor un día toco, pero que hoy se marchita. La calle es mi gran enemigo, porque cada luz, cada paso por ellas es un recuerdo que navega en mi mente, me refugio en los pensamientos, en el trabajo, en la vida cotidiana, sin emba

Un día mas marcado en este calendario, un día mas en el que tu sonrisa no se encuentra, un día mas en el que mis lagrimas recorren mis ojos. Recordando tiempos mejores, aquellos en los que tus labios eran mi fuente, esos que calmaban mi sed, tus ojos los dos luceros que iluminaban mi camino y ese pelo negro, la noche mas hermosa. La poca cordura se fue contigo, entre en esta locura de soledad y amarga tristeza, en el que llanto desconsolado. Mi primavera es ahora un invierno eterno, donde las flores se marchitan, donde la escarcha llena mi corazón helado y donde las únicas llamas que encuentro son las de esta hoguera que quema nuestras fotos. Así esta tristeza se convierte en melancolía, mi deseo en este sentimiento que te echa de menos y mi felicidad en lagrimas que escriben mi diario. 

Tarde nublada, tarde de calma y lagrimas, tarde en la que los sentimientos le hablan al alba. Pensamiento heridos, en este mundo tormentoso, de penas y olvidos, que este pobre corazón muere por no ser querido. Como paloma blanca que busca su nido, salio a la busca de lo que hoy ha perdido, tranquilo amigo en esta batallas algunas veces se gana y otras se pierde, pero nunca se olvida lo vivido. Sangrando de muerte me dijo este amigo, no es lo perdido, sino aquello que he vivido, lo que hoy atormenta mi lívido. No habrá un mañana, porque mis sueños se fueron hoy con ese alma que he querido y no me ha respondido. Hoy muero, solo y apenado, con lagrimas en mis ojos, mas no me arrepiento porque yo si la he querido. 

Sentado en la penumbra de esta noche, leyendo versos que escribí con las lagrimas que brotan de mis ojos, con mil y una razones por las que decir te amo. Aquí en esta noche fría, contando a la soledad de la luna mis tristezas, las razones por las que reír y cantar se han convertido en puñales que atraviesan este corazón. La locura que produjiste ahora es la fiel cordura que me acompaña, en la soledad, en la oscuridad, en este camino que tiene inicio y no tiene fin. Solo recorro mis mente en busca de esos recuerdos, de esos momentos en los que fui el hombre mas afortunado de la tierra, tan solo porque estabas junto a mi. Y hoy soy solo una sombra de lo que fui, un espíritu que vaga por los senderos en los que la pena y amargura son sus cadenas, los recuerdos su rumbo y su tristeza su cantar.