Mi tiempo se acaba, pues en mi alma no hay mas que recuerdos que se borran, apenas reconozco mi nombre, no soy mas que el recuerdos de una dama que llega a mi cabeza, un nombre grabado y un sentimiento que no termina de decirme si vos me ama o simplemente fuiste una locura. Mi vida se ahoga en el vaso en el que veo el reflejo de tus ojos, en aquel que me duerme cada noche, en aquel que nadie sabe si la vida me fue mala. Se que son palabras, locuras de un amor que no sabe si ama, ternuras de un hombre que llena sus manos con la tierra, que se cortan con una azada pensando en aquella tierra que ama y en la mujer que tanto sueña duerme abrazado a una almohada. Digame adios, pues en este ultimo verso sera mi sangre que la que firme aquello que no dijeron lo mas fuerte de mi alma.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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