Escribo desde la lejanía de mis palabras esperando que me contestes, escribo desde lo mas hondo de mi cuerpo mientras se esconde ese esbozo de sonrisa que aun quedaba en mis labios, escribo aquellas palabras que me han llevado al declive de este amor que se pierde entre recuerdos y que cae con el ocaso de la tarde. Me marchito como lo hacen las flores al final de una primavera, soñando con un nuevo año, con la única esperanza de tiempos pasados, dejo que mi vida se quede en los dedos de quien ahora no me valora. Caigo como semilla perdida en la tierra infertil esperando una gota de agua, un soplido de vida, una locura que me haga sentir de nuevo que merece la pena seguir adelante. Cierro los ojos y se llena de esperanza cada minuto que hay en mi reloj, cierro los ojos y dejo que el declive de mi alma caiga en tus manos y me vuelvas a hacer feliz.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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