Puede que no llegara a este mundo con las ideas muy claras, que en la edad que tengo haya perdido el tiempo buscando algo que siempre tuve en mis ojos, ahora me doy cuenta de que te cruzaras en mi camino no es una suerte, sino que el destino me hizo jugar una partida a la que no estaba invitado. Perdi, como siempre, aunque en esta ocasion he perdido mas que lo que se jugaba, me quede sin nada, sin esperanza, sin lagrimas y sin aquellas sonrisas que hicieron que la vida mereciera la pena. Ahora me lamento, pues en cada suspiro he encontrado una nueva razon, una nueva forma de tener menos recuerdos, de tenerte alejada de mi vida. Quizas en otra vida sea distinto, quizas en otro momento sea mi momento, en ese en el que no solo importe aquello que merecio la pena, sino que valgan mas que las cientos de palabras que se dicen en el final de esta vida.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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