Cierro los ojos y sigo el camino que esta en mi mente, frente a mi un castillo iluminado solamente por los rayos de la luna. El reflejo hace que mis ojos quieran dejar de mirar pero en mi alma hay algo tan fuerte que se lo impide. Con cada paso que me acerco mis latidos se aceleran, debe ser algo especial, pues en mi vida habia sentido esto. Caigo y me levanto como si una mano me ayudara en cada travesia, llego a esa puerta que por mas que empujo no se abre. Arriba el rostro de la mujer mas bella que halla visto jamas, el tiempo se detiene mientras mis fuerzas se agotan intentando entrar. Grito pero no me escuchas, por mas que lo intento tu silueta se difumina, mis fuerzas se acaban y en mi alma se vacia la esperanza con cada latido que suena fuera de mi cuerpo.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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