Es una tarde cualquiera, una de esas en las que la mirada se pierde en el alba, una de ellas en las que se me pierden las palabras entre miradas, te quiero, pensamientos y sueños que no me abandonan. Cierro los ojos e imagino que nada ha cambiado, pero en uno de mis desvelos puedo verte, puedo cerrar de nuevo mis ojos y al abrirlos estas ahí. Eres especial, única, algo que jamas había visto pero que siempre había soñado. Pienso en todo aquello que me he perdido, en todo aquello que se ha quedado anclado al pasado pero que he recuperado con tu presencia. Lo siento por haberme enamorado, por venerar a este ángel que me ha dado esperanza, por amar a esa mujer que es perfecta en cada sentido, en cada esquina de mi alma para darme mas que pueda soñar. Mi silencio me delata, se que quiero decirte pero no me atrevo, se que quiero tenerte pero no se si es posible porque aunque mire la luna y las estrellas en todo el firmamento hay algo que brille tanto como lo hacen tus ojos.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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