Destrozo esos viejos pedazos de papel donde tu nombre se escribe mas de cien veces, mis lagrimas empañan esas pequeñas fotografias que salen de mi cartera pero nada sirve para que salgas de mis recuerdos. Cierro los ojos y de nuevo estas ahi, entre mis sonrisas, borrando mis lagrimas que amargan mis pensamientos y queriendo endulzar los malos momentos. Da igual pase un dia, cien o mil, porque yo sigo estando en aquella mañana en la que decia adios con lo mas hondo de mi alma a lo que mas he amado en mi vida, decia con rabia sin saber que esa seria la ultima vez que lo haria. Pero no me culpo, no porque si alguna vez te senti cercana sabia que seria por poco tiempo.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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