Ni el silencio de la noche puede acabar con mis palabras, ni la oscuridad de esta, puede llevarme a un sueño eterno en el que no puedan brillar tus ojos, ni la vida, por muy larga que sea, puede hacer que olvide el unico motivo por el que sigo vivo. Me doy cuenta de que ni soy poeta, ni principe, ni caballero, tan solo un patan que vive en un recuerdo de un amor que una tarde lo conquisto. Desde entonces no hay momento en el que no estes en mi mente, no hay dia en el que tus ojos brillen en mis pensamientos mas que el propio sol. Intento seguir los pasos que me llevan a ti, sin saber que las princesas nunca terminan con el dragon, sin saber que por muchos pasos que quiera andar jamas conseguire llegar a donde tu estes. Duermo para que al menos estes en mis sueños, en esos en el que mi sonrisa es lo unico que muestran mis ojos cuando tu nombre suena, cuando el bello recuerdo de tus palabras vuelve a mi mente y de nuevo me lleva a donde nadie ha estado.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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