Para dedicar a una mujer especial

Siguen los silencios, siguen los ecos en el viento, siguen esos recuerdos que me llevan a tiempos mejores en los que tu sonrisa era la luz de mi día, la respuesta a mis preguntas y la serenidad a mi locura. Siguen las palabras en esta mente, en esta locura que son mis sueños, en la que son mis desvelos, porque desde la lejanía sigues siendo la musa que guía mi vida, que escribe mis poemas, que canta mis canciones, eres esa persona que mueve mi mundo sin que se de cuenta. Se amontonan los te quiero y los besos que no te doy, los silencios incómodos de esos momentos en los que te besaría sin pensarlo, se amontonan esas palabras que hoy son los versos de un ayer que llego mañana, de los te amo que se escuchan nada mas que en el viento, de este pobre alma que llora por la princesa de sus sueños. Se encadenan las palabras como lo hace mi alma, como lo hizo aquella tarde en la que tu mirada encadeno a este pobre corazón que solo pronuncia tu nombre. 

Quizás  no sea el mejor hombre del mundo, ni mucho menos el mas guapo, atractivo, fuerte, o cualquier calificativo que busques. No destaco en nada, lo se, no puedo darte nada que no te de el resto, incluso menos que algunos. Sin embargo aquí estoy porque aunque no sea el mejor, tu si eres la mejor, la mejor mujer que encontrare, la mejor persona que he conocido. Quizas por eso me he enamorado, quizás por eso eres mi mayor sueño, quizas por eso hoy este frente a esta pantalla escribiendo unas palabras que jamas leerás, escribiendo un diario en el que mis palabras son clavos que cierran este ataúd en el que estoy atrapado y en el que la única llave eres tú. 

Día  mágico aquel en el que te conocí, día perfecto el día en que tu boca pronuncio si quiero. Muchos son los días que lo separan, tantos como lagrimas de mis ojos, sonrisas de mis labios y sueños que se hacen realidad. Cambiaste mi vida, tanto que desde el primer momento en el que te conocí ya sabia que eras especial, que eras única y que cambiarías todo. Te quiero, lo sabes, tanto como para seguirte hasta el fin del mundo, hacer las mayores locura o simplemente darles una razón a cada estrella del universo de la porque eres mi princesa. Muy largo ha sido el camino, tanto que hasta mirar atrás asusta, pero siempre tuve algo muy claro, que te quería en mi vida y que haría todo lo posible porque te dieras cuenta. Y asi fue, me costo, pero hoy me alegro de haber seguido ese camino, no haber cogido otros senderos ni ta siquiera dar marcha atrás. 

Una pluma dio su ultimo vuelo, impulsada por el aire que dirigen los últimos rayos de sol. Una nueva noche cae sobre la claridad de un día que se apaga. La oscuridad se apodera de una radiante luz que deja de iluminar mi rostro. Se apaga la luz como se apaga una vela que se esta consumiendo. Todo tiene el principio y un final. Sin embargo, siempre sabes que otro día amanecerá , volviendo a volar, pero sabes que comenzara otro día , pero sabes que no volverá a ser como el anterior. La aurora se lleva esos últimos rayos de luz, produciendo que la negra noche cubra con su velo ese día en el que despiertas del sueño y caes de nuevo dormido. De nuevo trae ese silencio que cubre todos esos cantos que has oído . Se apagan, como la luz que los estimulo hacia el sonido. Solo queda un recuerdo de ese cantar de sirenas que cierran el cantar de un ruiseñor que los mira desde una rama cercana. Comparo el día al camino que recorre una lágrima . Comienzo en el alma, amaneciendo por l