Para dedicar a una mujer especial

Este es el miedo que corre por mi cuerpo, este que hace que no se rompa el silencio, este que hace que calle mis palabras para no decir a los cuatro vientos te quiero, te amo, mi vida te pertenece. Miedo a escuchar un no me gustas, no te daré una oportunidad, ese no que martiriza mi vida, que calla mis palabras. Porque aunque no lo creas me gustas, aunque no lo creas estoy enamorado de ti desde el primer día, desde que escuche por primera vez tu nombre, desde que el silencio se rompe por tu voz. Porque un suspiro tuyo es el aire que quiero que llene mis pulmones, porque tu presencia es mi sueño hecho realidad, porque tu sonrisa es el sol que alumbre mi camino. Así me siento, porque te quiero y no me importa decirlo, ya he perdido muchos días y el silencio aunque es el mayor miedo, perderte me aterroriza mas. 

Hoy es un día como los demás, uno de esos en el que me baño en los recuerdos de un pasado que quizás nunca ocurrió, de una mujer que tan espectacular que quizás no conocí y de unos momentos que jamas viví. Hoy es como ayer, vuelves a mi mente y faltas en mi corazón, amarras mi locura y te llevas la poca cordura que hubo en mi. Te llevas los sueños, las ilusiones de este pobre hombre que tan sólo se conforma con tenerte ante sus ojos. Hoy me siento afortunado, de haber conocido a alguien como tu y a la vez desgraciado por haberte tenido tan lejos. Mi sueño sigues siendo tu, mi locura la provocas tu y mi mayor desvelo es por ti. Así un día tras otro sumo las horas y resto los momentos en los que no estas, en los que mi tinta son estas lágrimas de soledad que dejaste el día en que te marchaste. Camino sin rumbo por la sendas de la tristeza y soledad buscando en cada rincón la única esperanza que alegre mi corazón, tu.

Te quiero como flor de primavera al agua de mayo. Tierna como la única rosa en este rosal como pétalos de margarita en esta vida. Bonita comí la amapola en el trigal que aunque el rubio trigo te quiera tapar tu rojo intenso jamas podrá apagar. Así despertaste este loco corazón que desde aquella tarde jamás te volvió a olvidar. Eres esa estrella que no se puede olvidar esa que el cielo jamás pudo eclipsar porque en mi cielo solo tú podrás llenar. Regalo de dios así tu nombre porque eres un ángel.

Un día mas intentado explicar a la vida que esta porque me persigue esta maldita soledad, un día mas sin motivo aparente vuelves a aparecer en mis pensamientos, mis sueños como recuerdos que nunca se van. Un día mas encuentro mil y una razones para seguir queriéndote, y ninguna para olvidarte. Un día mas sigo siendo ese hombre enamorado de una princesa, ese que haría lo imposible por estar a tu lado. Aquí viendo por esta ventana de sentimientos como las letras se apoderan de mi, me siguen diciendo una y mil veces que como tu no encontrare ninguna, y así es, porque tu eres única. Sintiéndome impotente ante esa mirada, ante esos ojos por los que tiemblo y a la vez sueño, por esa mirada, única que te hace tan especial en todos los sentidos. Y así como cada tarde, me siento ante esta pantalla, a intentar decirle al mundo que te quiero, que te amo, y que por mas tiempo que pase, solo te quiero un poquito mas que ayer y menos que mañana. 

Lo bonito de estar enamorado es que las canciones suenan distintas, ves con otros ojos lo que pasa a tu alrededor, usas palabras que jamas creías poder usar. Sales a la calle, no te importa si llueve, truena o hace sol, tan solo quieres pasear y encontrar esa razón por la que has salido. Ves muchas personas que te rodean, te saludan e intercambian palabras que ni siquiera recuerdas haber escuchado. Sigues tus pasos buscando como un loco algo, una simple señal que te haga sonreír como la noche consigue en tus sueños. Entonces aparece en una calle desconocida, ves una luz, algo que entra en tus ojos y entonces tu memoria graba como una cámara cada segundo. Una mirada ya acelera tu corazón, ves aquello que soñaste anoche, se ha echo realidad, escuchas un hola y se te pone esa cara de gilipollas con la que te levantaste esta mañana, no puedes dejar de sonreír y tras un segundo y entre timidez sale de tu boca un hola. Tu cuerpo tiembla, sin embargo no puedes dejar de mirar sus ojos, las p