Otro nuevo amanecer en el que no despierto a tu lado, otro sueño que termina al despertar y abrir de nuevo los ojos, otra vez el deseo inconsciente de tenerte cerca me ha sacado una sonrisa que emborronan las lagrimas de la realidad de mi soledad. Los pensamientos me asfixian en esta cama en la que echado miro las ultimas estrellas mientras el sol raya el alba, la poca cordura que me queda de nuevo se hace locura imaginando tu rostro en este cielo que me contempla. Mis palabras se hacen eco del silencio de este nuevo amanecer, de este quiero y no puedo, de este hombre que sigue mirando al cielo escondiendo los sentimientos tras los versos que no ha podido escribir. Cada segundo que me aparto de ti es un golpe en mis sueños, cada latido que falta de tu lado es un golpe a este sentimiento que muere como lo hacen las amapolas en el trigal en pleno verano. Los sueños se desvanecen frente a un sol de justicia que apaga de nuevo mi alma y deja los te quiero en el cajón de los recuerdos olvidados.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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