Hoy las lágrimas empeñan mi rostro hoy el amor ha perdido de nuevo y no sabe que decir hoy mi vida se ha ido por el resueno de mi alma. Ya no hay poemas que escribir cartas de amor que leer ni sentimientos que gritar, ya el sueño termino y de nuevo soy el perdedor. Hoy vendo caro la derrota que ha caído en mi vida ya no hay sentimientos que mostrar, ni vida que agradecer solo me quedan esos recuerdos que son culpables de mi vida y que poco a poco encendieron una lumbre que hoy se apaga. Ya no hay sentimientos en el corazón solo latidos vacíos de un alma inconsolable que pide clemencia. El cielo se ha apagado, ya no brillan las estrellas, ya no mengua la luna para dejar ver esa sonrisa que un día me enamoro. Se agolpan las palabras de un viejo lobo de mar que prende su llama con el simple hecho de un día querer amar. Caen los castillos de naipes como mi vida al pasar por ese pequeño banco que un día me enseño a amar. La tarde consuela a un poeta que ha perdido lo que mas amaba lo que un día hizo que mi vida ya no tenga sentido porque si me falta ella que mas da seguir o caer.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
Comentarios
Publicar un comentario