Ay señor he llorado tantos mares que hasta mis lagrimas secaron las cuencas de mis ojos, he ahogado tantos recuerdos que ni mi nombre ya recuerdos, he perdido la sonrisa por esa vereda que unos llaman amor y otros locura. Ay señor pusiste esa dulce mujer en mi camino y como ciego la seguí, anhelando sueños en los que su presencia es la felicidad eterna, en el que su palabra es mi norma y en los que una de sus lagrimas son las puñaladas que matan a este alma que hoy la llora desconsoladamente. Porque señor, apareció esa dulce mujer, porque mi corazón se baña en su recuerdo, porque no puedo eliminarla de mi cabeza, dejar mis sueños tranquilo, porque señor, que hice mal. La he querido con locura, me he desvivido días y noches porque una sonrisa brille en su cara, por ser el reflejo de su mirada. Ahora marcho lejos y quedo recuerdos e palabras y momentos en los que el tiempo se detuvo, en los que cieguito de amor la seguí y ahora ando perdido. Que fue señor, de ese mar de sueños que hoy se derrumban, que ciegan todo lo que he amado, lo que he soñado y vivido. Rezo a ese alma del cielo para que borre de esta memoria que llora desconsolada la perdida de quien un día amo.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
Comentarios
Publicar un comentario