Paseando por estas calles, en las que los adornos me recuerdan que ya es navidad, que se acercan esas fechas en las que echarte de menos es mi condena. Ya huelen, ese ambiente de la gente un poco mas feliz, un poco de armonía, mientras yo me marchito como esa rosa de San Valentin que no toca el agua, y así continuo con esta vida. Sin embargo estas fechas son mágicas, quizás se acuerde de mi, o tal vez sea como ese ser gordito que trae regalos a todos menos a mi. No hay lagrimas en los ojos, las ultimas hace mucho que se fueron, mucho que mis ojos ya no las conocen, sin embargo no he vuelto a sonreír desde aquella tarde en la que tu ultimo adiós, hirió de muerte mi alma.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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